La humanidad es variada, diversa y aislada. Cada persona es única y creada con un propósito. Pero cada uno de nosotros, independientemente de nuestro género, raza, educación, condición socioeconómica, vocación, ubicación o educación, hemos experimentado algo en común: el distanciamiento.
El Corazón del Hombre es una película que nos recuerda el amor de Dios a través de una historia. Vemos el corazón del Padre representado en la pantalla grande con imágenes conmovedoras. Mientras vemos esa hermosa narrativa, también escuchamos a personas compartir su propia historia de redención. Escuchamos sobre cómo cayeron, su seducción con el pecado, y, finalmente, cómo Dios los redimió.
Estas son algunas razones por las cuales debes ver esta película:
Porque no es solo para hombres.
Algunos podrían pensar que esta película es sólo para hombres, pero después de haberla visto - como líder de un ministerio de mujeres, puedo decir con confianza que esta película es tanto para mujeres como para hombres. Aunque los testimonios en esta película son compartidos predominantemente por hombres, son para todos. Cada historia contiene una parte de nuestras propias historias y travesías.
Los personajes comparten sus testimonios únicos de tal manera que conectan con el corazón de todas las personas. Va más allá de los problemas del pecado y las luchas que enfrentamos y conecta con el corazón, la raíz de lo que causa que caigamos en estos patrones y hábitos dañinos. Trata sobre el corazón más allá de la expresión externa como resultado de la raíz del problema.
Como mujer, sentí una verdadera conexión con la película, e incluso me sentí más conectada con los hombres después de ver cada historia desenvolverse. Es poco común ver a un hombre ser tan vulnerable acerca de su pecado, su lucha y su búsqueda de Dios en medio de todo eso.
Escuchar cada historia me abrió los ojos a las luchas reales que enfrentan los hombres de hoy y cómo es su proceso interno y la búsqueda de la libertad. Me dio más gracia para todas las personas y la perspectiva de amar como debe ser, ya que todos estamos creciendo continuamente a la imagen de Jesús.
Porque da perspectiva.
Las historias compartidas en la película se centran en promiscuidad sexual y adulterio, pecados con los que muchas mujeres en la comunidad cristiana también luchan. Aunque muchas de estas historias son contadas por hombres, escuchar a los hermanos en Cristo ser tan vulnerables sobre los peligros de apartarse de Dios, es liberador.
Esta película es una oportunidad para que las mujeres vean la lucha del adulterio desde un lugar de empatía y compasión como hermanas, en lugar de ver a los hombres como enemigos que "siempre nos lastimarán". Es un bello recordatorio de que, al final del día, los hombres cristianos son nuestros hermanos en Cristo y nuestro deseo siempre debe ser acercarlos más al Padre que nos busca apasionadamente.
El Corazón del Hombre realmente ofrece una gran perspectiva sobre lo que significa amar a Dios y, en medio de estar atrapado y atado por la presencia real de la carne, y cómo no solo te afecta a ti, sino a todos los que te rodean. Este es un mensaje que todos deben escuchar; no solo los hombres.
Porque presenta el concepto de la búsqueda del Padre en un mundo roto.
El Corazón del Hombre toma la vergüenza que todos escondemos y enterramos, el quebrantamiento del pecado que se esconde en nuestras vidas cotidianas, y lo saca a la luz. Es un proceso muy vulnerable, pero al traer luz a estas áreas oscuras, realmente vemos cómo nuestro Creador nos busca a pesar del dolor que llevamos. Con el testimonio de cada individuo, de infidelidad, adicción a la pornografía, abuso, etc., podemos ver el progreso en cada batalla, cada victoria y momento de salvación, y cada pequeño momento de redención. No solo nos abre los ojos, sino que es muy fácil identificarnos. La transparencia de estas personas cambia la perspectiva de lo que es pasar por pruebas. En esta vida, no caminamos solos. Nunca nos quedamos solos. Él camina junto a nosotros, detrás de nosotros y siempre en frente guiándonos.
El Corazón del Hombre nos recuerda que nada superar la búsqueda del Padre por nosotros. Ninguna adicción, ningún error, hace que Dios nos deje en segundo plano.